Estuvimos allí…
El pasado jueves 17 de Octubre asistimos en ICADE Business School a la IV y última entrega del Seminario de Inversión en Renta Variable, Mayo/Octubre 2019, organizado por ICADE Asociación Profesional y el Club de Innovación de Gesconsult bajo el titulo ¿Quién dijo miedo…? ¡¡Invertir bien es arriesgar seguro!!
Después de un breve recordatorio de las tres sesiones anteriores reseñando sus títulos y ponentes pasamos a la presentación profesional de los dos ponentes de la jornada: David Ardura y Eva Fernández Navarrete.
David Ardura, como Director de Inversiones de Gesconsult, nos delito con una presentación sazonada con experiencias personales en la que desarrolló la gestión de las emociones en la inversión resaltando que «Los grandes inversores siempre han destacado por su capacidad de razonar más allá de sus emociones».
A continuación entramos en el detalle de los cinco sesgos conductuales de los inversores:
- Sesgo Aversión a las Pérdidas: Sin duda, materializar una pérdida es muy doloroso. Este sesgo lleva a aguantar títulos en pérdidas y a vender pronto las ganancias.
- Sesgo Retrospectiva: Lo sabía…!!! Con una memoria selectiva del inversor, se manifiesta cuando ya sabe lo que ha ocurrido y modifica el recuerdo de su opinión previa de forma que parece que lo había predicho.
- Sesgo Exceso de Confianza: El inversor toma por frecuente un evento que es excepcional. Una mala previsión de la probabilidad implica hacer demasiado caso a eventos que tienen pocas posibilidades de ocurrir.
- Sesgo Ilusión de Control: En este caso el inversor cree que puede influir en fenómenos aleatorios cuando, de hecho, no puede.
- Sesgo Experiencia reciente: La predisposición del inversor le hace dar mayor importancia a los hechos recientes que a aquellos que ocurrieron hace mucho tiempo.
Además, señaló por último que, hay que tener muy en cuenta la importancia de entender el comportamiento de la masa, ya que a lo largo de la historia, detrás de cada situación extrema encontramos las mismas razones.
Concluyó que un buen inversor debe planear el horizonte a medio y largo plazo seleccionando valores después de un análisis técnico dentro de su sector competidor nacional e internacional, así como sin olvidar los riegos geopolíticos y la posible aparición de un «cisne negro». Sólo así se logra «comprar barato y vender caro». Todo un auténtico arte.
Por su parte, Eva Fernadez Navarrete, que además de Psicóloga trabaja como Gerente Comercial de Negocio en Ibercaja, inició su divulgativa presentación con una afirmación contundente: «Las emociones son el elemento más importante para determinar el resultado de una inversión» así «sin emoción no hay inversión».
Después de definir la NEUROECONOMÍA, como» la rama de la neurociencia que analiza cómo actúa nuestro cerebro en la toma de decisiones que tiene que ver con el dinero», repasó con detalle las tres palancas de nuestro «cerebro neuroeconómico»:
- Primera: Nuestro cerebro está configurado para sobrevivir, no para ganar dinero. Así nuestra mente es cortoplacista y busca la seguridad aunque no sea la mejor opción a largo plazo.
- Segunda: Los riesgos generan emociones negativas que nos hacen huir. Cualquier información detectada por mi cerebro que intuya que nuestros bienes están en peligro hace que nuestra reacción sea de huida.
- Tercera: A mayor control de emociones, mejor aprovechamiento de oportunidades.
Pero además, nuestro sistema «neuroeconómico» cuenta con dos subsistemas que interactúan: el llamado «Sistema de Recompensa Cerebral» con altas dosis de euforia y recompensa a corto plazo y el «Sistema de Aversión al Pérdida» que incentiva el miedo y la desconfianza.
Para seguir explicando nuestro comportamiento inversor también hay que contar con que «los mercados tienen ciclos emocionales» como el llamado «efecto manada» concluyendo que después de todo lo expuesto todos somos «inversores emocionales».
Finalizó su interesante análisis con un tranquilizador Manual de Instrucciones del Buen Inversor con diez recomendaciones, que los asistentes agradecimos sinceramente:
1. AUTOCONOCIMIENTO. Seamos conscientes de los sesgos que afectan a nuestras decisiones.
2. BUEN ESPECTADOR. Selecciona la información y las fuentes que te llevan a tomar decisiones.
3. ASESORAMIENTO PROFESIONAL.
4. CONFIANZA EN UNO MISMO. Cuidado: es perjudicial el exceso y el defecto.
5. EVITAR CRITERIOS DE MODA E INFLUENCIAS PERSONALES.
6. PLANTEATE OBJETIVOS COHERENTES en cuanto al ritmo y al tiempo.
7. ADAPTA LA ESTRATEGIA AL MOMENTO ADECUADO.
8. FLEXIBILIDAD.
9. DISCIPLINA.
10. APRENDE A RESPIRAR, SE PACIENTE.
En resumen una sesión inolvidable por la complementariedad de su contenido y la magistralidad de los ponentes que, consideramos, repetir periódicamente.
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