Jaculatoria Compartida
En ocasiones uno siente la llamada desde sus adentros, por encima de cualquier estilo o práctica literaria. Hoy me encuentro en uno de esos días en los que sin rubor decido dar libertad a ciertos antojos sin quererlo remediar.
Al final de la Misa de Acción de Gracias que tuvo lugar como prefacio al Acto de entrega de Premios Icade Asociación 2013, celebrado el pasado 22 de noviembre, en el que gozamos de una muy alta concurrencia y justamente en el año de su cincuentenario; en el mejor marco posible, nuestra Iglesia (corazón de nuestra Universidad Pontificia Comillas) surgió a instancias del oficiante, el Rdo. P. Carlos del Valle S.J., una jaculatoria espontánea que desde estas páginas quisiera compartir, recurriendo a la aún sostenida memoria.
Estoy seguro que aún alterando alguna tilde o recurrencia podría conservar la esencia que desde el sentimiento fue ofrecida. No pasaré por alto las enseñanzas que en planos diversos nos regalaron compañeros que por su excelencia profesional fueron reconocidos cálidamente por todos en este Acto institucional. Tampoco podemos olvidar las enseñanzas ejemplares de compañeros de vida, auténticos referentes del buen hacer. Recordemos las palabras de nuestro querido Kike Figaredo, obispo de Camboya, quien el pasado 29 de Mayo, nos marcó las pautas de una conducta activa y entregada a las necesidades más perentorias desde las esquinas olvidadas de nuestro mundo. No olvidaremos de ninguna forma la providencial enseñanza práctica, que a través de sus actos (no solo gestos) nos transfiere diariamente nuestro Papa y Maestro Francisco. Esta jaculatoria con la que cerramos página, conocida ya por quienes asistieron el pasado 22 de Noviembre, la hacemos extensiva a todos nuestros compañeros y colectivos próximos.
Te damos gracias, Señor, por haber permitido formarnos y crecer en esta tu Casa que la hiciste nuestra también. Por habernos dotado en este trayecto efímero, de los mejores compañeros de viaje…familia, amigos. Maestros del alma…algunos de ellos gozan ya de tu presencia y Luz eterna. Te agradecemos, Señor, nos sigas dando fuerzas para que mediante nuestros modos y conductas trabajemos por un mundo más justo y menos contrastado. Por un mundo en el que, por fin, las basuras de unos dejen de representar el tesoro para otros. También por consolidar en nuestra Asociación, con espíritu cristiano, valores como la concordia, la solidaridad y la tolerancia. Por todo ello te pedimos nos concedas vida suficiente para poder retornarte parte de tanto bien que nos regalaste por tu infinita generosidad. Que así sea.
Rafael Carcedo de Pero-Sanz
Delegado de la Junta de Gobierno